DOCTRINA Y ÉTICA ARIA.
Autor: Julius Evola
241 páginas
El término «ario» se refiere, en general, a una «raza del espíritu» de origen hiperbóreo empeñada en una especie de lucha metafísica y que tiene como propio un especial ideal de Imperium, concibiendo al jefe como el «rey de reyes»; más en particular, en su extrema pureza, el mismo comprende en primer lugar el ideal de una alta pureza biológica y de una nobleza de la raza del cuerpo; en segundo lugar, la idea de una raza del espíritu, de tipo «solar», con rasgos sacrales y simultáneamente de realeza y dominadores: raza de verdaderos superhombres.
El símbolo ario es solar, en el sentido de una pureza que es fuerza y de una fuerza que es pureza, de naturaleza radiante que tiene la luz en sí
Finalmente, por lo que se refiere a los principios éticos correspondientes, son característicamente arios el principio de la libertad y de la personalidad, por un lado, de la fidelidad y del honor por el otro. El Ario tiene el placer por la independencia y por la diferencia, tiene una repugnancia por todo tipo de promiscuidad; pero ello no le impide obedecer virilmente, de reconocer a un jefe, de tener el orgullo de servirlo según un lazo libremente establecido, guerrero, irreductible al interés, a todo lo que se puede vender y comprar y, en general, reducir a los valores del oro.
En su conjunto, se trata de un clasicismo del dominio y de la acción, de un amor por la claridad, por la diferencia y por la personalidad, de un ideal «olímpico» de la divinidad y de la suprahumanidad heroica, junto a un ethos de la fidelidad y del honor, aquello que caracteriza al espíritu ario.
Es esencial que la expresión «ario» no decaiga en una simple designación negativa. Es necesario mantener siempre presentes los supremos puntos de referencia, los conceptos-límite, las líneas de altura. Esta orientación, inalcanzable o fantasiosa para algunos, puede en cambio despertar en los otros una tensión creadora, suscitadora de superiores posibilidades.
A ese sentido está orientado el presente libro.